lunes, 24 de septiembre de 2012


 LA SOGA


El saber que un individuo ha puesto fin a la vida de otro, no es de ninguna forma una noticia fácil de asimilar, no se diga si dicho acontecimiento ha sido intencional. La minuciosa genialidad con la que un asesinato puede ser llevado a cabo, jamás se entendería como tal a menos que ésta sea apreciada desde una visión apartada de la realidad, de manera artística, como lo logró de perfectamente Alfred Hitchcook en su dirección cinematográfica, “La Soga”.

“Siempre he procurado fomentar en mí el talento artístico. El crimen también puede ser un arte. La pasión de matar puede satisfacerte tanto como la pasión de crear”[1]
Un homicidio ansioso por ser percibido. Por motivos de azar, tal vez, o juicios basados en envidia, el cadáver del hombre asesinado es  alrededor del quién se realiza toda la película.  Los dos personajes principales, Philip y Brandon, caracterizan las dos reacciones opuestas que existen después de una mala decisión: el arrepentimiento y el enorgullecimiento, respectivamente, en donde el que contrasta, por razones lógicas, es Brandon. Su personalidad se manifiesta convincente, sarcástica, manipuladora. Un ritual, previamente organizado fue la celebración íntima (familiares y amigos cercanos), del delito. Dentro de los rasgos psicológicos de esta producción, se resalta una compulsiva obsesión por el perfeccionismo, por el estricto orden de los sucesos y la determinación para negar la tragedia.
“La Soga”, es un rodaje adaptado a la obra teatral de Patrick Hamilton, “Rope”, cuya principal característica es el uso de plano – secuencia ( tomas largas) donde se pueden, apreciar alrededor de 8 minutos, cortes o “fade out” que indican los cambios de toma; Hitchcook alega que las fragmentaciones causan un efecto engrandecedor a la trama; en éste caso, dado el suspenso que el espectador refleja, al saber que el cuerpo de un cadáver está presente entre todos los personajes, crea un ambiente de tensión y hasta de ansiedad, si se quiere. Lo interesante, es que el enigma en el que sumerge el crimen, no deja tiempo para distracciones; la atención está fija al siguiente detalle y, eventualmente, a la incriminación… o libertad.
Si bien, el rodaje representa radicalidad y es considerado una obra maestra, existen rasgos adicionales como la controversial homosexualidad que se percibe en los dos personajes principales; como es de esperarse, esto causó conmoción y en consecuencia censura.
Considero que no se puede criticar a este film, planteando como base la incipiente técnica de producción sino como un método intencionado que esperaba generar la crítica de haber explotado un recurso, que para su época, no era muy latente.



[1] Guión del personaje Brandon, Alfred Htichcook, La Soga, 1948http://www.youtube.com/watch?v=bCrTMGpinPo


Gabi Gómez

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