LA SOGA
El saber que un individuo ha puesto fin a la vida de otro,
no es de ninguna forma una noticia fácil de asimilar, no se diga si dicho
acontecimiento ha sido intencional. La minuciosa genialidad con la que un
asesinato puede ser llevado a cabo, jamás se entendería como tal a menos que
ésta sea apreciada desde una visión apartada de la realidad, de manera artística,
como lo logró de perfectamente Alfred Hitchcook en su dirección
cinematográfica, “La Soga”.
“Siempre he procurado fomentar en mí el talento artístico.
El crimen también puede ser un arte. La pasión de matar puede satisfacerte
tanto como la pasión de crear”[1]
Un homicidio ansioso por ser percibido. Por motivos de azar,
tal vez, o juicios basados en envidia, el cadáver del hombre asesinado es alrededor del quién se realiza toda la
película. Los dos personajes
principales, Philip y Brandon, caracterizan las dos reacciones opuestas que
existen después de una mala decisión: el arrepentimiento y el
enorgullecimiento, respectivamente, en donde el que contrasta, por razones
lógicas, es Brandon. Su personalidad se manifiesta convincente, sarcástica,
manipuladora. Un ritual, previamente organizado fue la celebración íntima
(familiares y amigos cercanos), del delito. Dentro de los rasgos psicológicos
de esta producción, se resalta una compulsiva obsesión por el perfeccionismo, por
el estricto orden de los sucesos y la determinación para negar la tragedia.
“La Soga”, es un rodaje adaptado a la obra teatral de
Patrick Hamilton, “Rope”, cuya principal característica es el uso de plano –
secuencia ( tomas largas) donde se pueden, apreciar alrededor de 8 minutos, cortes
o “fade out” que indican los cambios de toma; Hitchcook alega que las fragmentaciones
causan un efecto engrandecedor a la trama; en éste caso, dado el suspenso que
el espectador refleja, al saber que el cuerpo de un cadáver está presente entre
todos los personajes, crea un ambiente de tensión y hasta de ansiedad, si se
quiere. Lo interesante, es que el enigma en el que sumerge el crimen, no deja
tiempo para distracciones; la atención está fija al siguiente detalle y,
eventualmente, a la incriminación… o libertad.
Si bien, el rodaje representa radicalidad y es considerado
una obra maestra, existen rasgos adicionales como la controversial
homosexualidad que se percibe en los dos personajes principales; como es de
esperarse, esto causó conmoción y en consecuencia censura.
Considero que no se puede criticar a este film, planteando
como base la incipiente técnica de producción sino como un método intencionado
que esperaba generar la crítica de haber explotado un recurso, que para su
época, no era muy latente.
[1]
Guión del personaje Brandon, Alfred Htichcook, La Soga, 1948http://www.youtube.com/watch?v=bCrTMGpinPo
Gabi Gómez
Gabi Gómez
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